Lamentablemente el título de Hija adoptiva concedido por la corporación municipal a la maestra Antonia Merino Machuca, es a título póstumo. Lamentablemente, digo, no porque lamente este reconocimiento, sino porque muchas veces los honores a título póstumo son consecuencia de no haber tenido ojos para ver la valía y los méritos de algunas personas.
No obstante, sé que a sus familiares más cercanos este reconocimiento alivia el dolor por su pérdida. Sé que a las familias de Cañada del Rabadán, a los alumnos del Colegio Juan Ramón Jiménez y a los vecinos de El Villar les complace que se reconozcan sus méritos, su trabajo y su entrega.