El salón de actos de la Casa de la Memoria se llenó de público este miércoles 23 de julio para asistir a la presentación de la ópera prima de José Herruzo Orejuela, la novela «Evocación y sucesos de Dolores la Tuerta. Una historia del mundo rural».
Una obra que recoge vivencias y recuerdos de una mujer que forma parte de la memoria popular de nuestros pueblos, y que nos conecta con la historia de la vida sencilla, dura y auténtica del entorno rural.
La historia del libro tiene su punto de partida en Fuente Carreteros en 1881, adonde llega un emigrante que se casa con la hija de un colono. Viven allí unos años y luego se trasladan a El Villar. Los siguientes 56 años son los que se cuentan en la novela sobre esta familia. Paralelamente, se narran otras 43 historias más pequeñas de aquel tiempo en la aldea villarenga.
Dolores se quedó tuerta a los 19 años, circunstancia que no le permitió trabajar en el campo, y como no le gustaba quedarse en su casa se deprime enormemente. Sus padres le buscaron un trabajo sirviendo en la casa de un señorito. Se queda embarazada de este, que reconoce al varón pero no le quiere dar sus apellidos.
Lo tiene que criar sola, surgen problemas familiares, pierde a sus padres. Más tarde ese hijo, Pepito, empieza a trabajar en un cortijo, hasta la llegada de la Guerra Civil. Como otros tantos jóvenes, no quiso incorporarse al conflicto y se escondió en Écija. Finalmente, y ante las amenazas sobre su madre, lo encontraron y no tuvo opción.
El acto contó con la presentación del concejal de Cultura, Quique González Mestre; intervino el cronista oficial de La Colonia, Manuel García Reyes, desgranando el contenido literario; el vecino de Villalón, Manolo León, leyendo un fragmento del primer capítulo; y el propio autor del libro, Pepe Herruzo.
Al final se abrió un turno de preguntas y comentarios donde el público elogió la obra y a su artífice. También se dio las gracias al diseñador de la portada, Emilio J. Domínguez, y el alcalde, Francisco Javier Ruiz, obsequió al autor con un ejemplar del Fuero de Población de 1767. Como colofón, Herruzo firmó y dedicó ejemplares a las personas que compraron el libro, vecinos y vecinas de La Colonia, amigos y familiares.